viernes, 29 de marzo de 2013

Al infierno



Aquel día sentada a su lado tuvo la tentación de besarla. De abrazarla como si fuera la única y última vez que pudiera hacerlo. Sabia de sobra que era un imposible, que no estaba bien hecho, y que ella quizá, la podía rechazar. Pero de las valientes se escribe la historia.
Las puertas del infierno se abrieron y juntas pasaron al fuego. El sueño se hacía realidad y el ardor se volvía en pasión sabiendo que nunca más volverían a ese infierno y que cada una seguiría en su cielo gris. Pero al menos no dejaron atrás puertas cerradas. Sabían ya que sus vidas serian paralelas.
El infierno les abrió sus puertas y sus vidas.
Valió la pena

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