Que caes por la copa y cambias el color del cristal.
Que cambias las miradas del reflejo en las lágrimas.
Que haces de tu olor recuerdos de imborrables alegrías.
Que haces que los nudos se deshagan en hilos.
Que los besos duren noches enteras.
Vinillo nunca me dejes solo.
Búscala
Exquisitamente poética esta loa al buen vino. Precioso poema (y casi tan buen vino, espero). Enhorabuena. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarTe aseguro que el vino y la compañía tenían toda la calidad
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