lunes, 22 de abril de 2013

Cuatrilogía de los Sabores: Dulce



En algún momento de su vida debió ocurrir pero nunca se paro a pensarlo. Todo era una consecuencia de historias sin un principio claro.  Seria en su niñez, seguro. Algo vería en su abuela que le dejó marcado para siempre, pero no era consciente.
Casi sin darse cuenta se encontraba cada día en el mismo sitio, donde se pasaba mas de 12 horas al día. Su pasión por su trabajo era tal que nunca pensó que otra cosa podía ser. Siempre con esa predisposición a satisfacer a los demás. En llevarles a sentir lo que cada uno necesitaba. Había hecho de su profesión su forma de vida. Y los demás encantados de que así fuera.
Todos sin excepción esperaban de él su mejor actitud. Siempre dispuesto a seducirles con su obra y con sus hechos. Sus palabras y sus mimos que tanto apasionaban. Era y es la persona que mejor sabe compaginar la dulzura de su vida con su pasión por ser el mejor chocolatero del mundo.
Un dulce de persona

2 comentarios:

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  2. ¡Hum, qué dulce, qué bueno! Genial micro para una genial mezcla de buena persona y de envidiada profesión... por los que somos golosos. Enhorabuena. Un fuerte abrazo, amigo Txentxo.

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