jueves, 25 de abril de 2013

El umbral del dolor



No podía cocinar. El solo recuerdo de una gota de aceite caliente le producía la mayor sensación de dolor posible. Algo que nunca superó. Pero ella pensaba que nadie podía sufrir tanto. La noticia se la dió el pediatra. Había que operar a su hijo del corazón. Una criatura de tan solo 4 años.
Que sensación de angustia y desesperación. Llegó el día y todo salió bien. La UVI, la UCI y a la habitación. Como era posible que ni un solo gesto en la cara de su hijo delatara por lo que estaba pasando? 
Esto le hizo pensar en el dolor real. Quien tiene más dolor? Se puede medir? Hay alguien que tenga más dolor que todos juntos? Quien es el primero de esa lista? Y quien es el último? O no hay ni primero ni último.
Quizá no sea una cadena o una lista donde se pueda medir el dolor. Si no, un circulo donde cada uno se refleja en otro para verlo. Soportar el dolor no es algo que se haga por instinto, es una de las cosas que se aguanta o no se puede.
Y el que lo consigue es capaz de aprender a soportarlo, a entenderlo y vivir con él. Pero hay personas incapaces de soportarlo de ningunas de las maneras.
Esas personas que nada les puede ayudar. Es más, estamos convencidos que el dolor solo es una muestra de que algo no funciona. Así que una vez descubierto es innecesario soportarlo más.
Solo hemos hablado del dolor físico. No el que nos destroza el alma

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