Ya
tenia ganas de tenerlos. Tanto deseo e ilusiones por ellos. Cuantos días soñando,
cuantas horas mirándolos y por fin llegó el momento. Ya estaban delante. Abrió
la caja con rapidez pero con mimo. Con impaciencia pero con delicadeza. Ya casi
los tocaba.
Levanto
la tapa, deshizo el nudo y allí estaban. ¡Qué ojos puso!. Tantos años esperándolos
y habían llegado rotos.
Todos
sus recuerdos de tanta vida y ahora destrozados por no saber guardarlos en su
sitio.
Su
corazón.
A
los siguientes no los guardaría en su cabeza. La experiencia fue dura.
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ResponderEliminarVaya, ¡qué chasco!
ResponderEliminarPero yo creo que si busca bien los encontrará en su corazón. Los buenos recuerdos no desaparecen , solo duermen.
Un abrazote.
Un abrazo muy grande para ti Sue
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