viernes, 24 de mayo de 2013

Cuatrilogía de los elementos: Arena



Nada hay más pequeño que podamos tocar que cada uno de los granos de arena que hay en una playa. En su simpleza está su grandeza. Su paso lento pero continuo de un lado al otro marca el tiempo de su vida. El aire y el mar cambian su lugar de reposo.
Se nos escapa de las manos. Vuela con la brisa. Sube y baja del fondo a la playa. De aristas finas y cortantes, de ángulos romos a veces, parece que su existencia cambia con quien se encuentra. Su vida esta ligada siempre. Y sin él no habría sitio donde poder sentir las estrellas del firmamento. Ni donde apoyar nuestro pie para sujetar al amor de nuestra vida. Ni siquiera podríamos llorar al sentirlo en nuestros ojos.
Nada hay tan pequeño en nuestra vida y que menos nos demos cuenta de que existe.
Que no se unan. Que solo sea uno. Dejará de ser quien es.

4 comentarios:

  1. interesante forma de describir un simple grano de arena

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  2. Poética y filosófica visión, querido amigo Txentxo. En tu habitual línea de sensibilidad. Pero, no he podido evitar relacionar algunas de tus palabras con el texto que le dediqué a mi sobrino, y que no sé si llegaste a leer:

    http://www.falsaria.com/2014/02/tuviste-tiempo/

    Como siempre, ¡chapeau! Un muy fuerte abrazo.

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    1. Te he contestado en Falsaria. Somos algo más que dos personas que escriben. Un fuerte abrazo

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