Fuego, de colores rojos y amarillos, de verdes y azules, lleno de todos los matices posibles que nos
podemos encontrar en nuestra vida.
Nos
embelesa y nos clava, nos arrulla y nos quema.
Nos
calienta y nos enfría, nos llena y nos vacía, nunca es igual, siempre se
transforma, ese poder de cambiar al aire en calor y su ausencia, el agua en
hielo.
Romper
un corazón de hielo, y calentar el alma helada.
Hace
arder la pasión y quema las miserias en las noches de misterio.
Señala
los puntos donde me encuentro y se apaga si nadie se detiene.
Nos
hipnotiza la mirada viendo figuras extrañas.
Nos guía
en las noches deambulando en las vigilias.
Una
llama es el inicio, y muchas el incendio.
Que no
se unan. Que solo sea una. Dejará de ser quien es
Jamás se me hubiera ocurrido una forma mas bonita de describir el fuego.. Te felicito.
ResponderEliminarpreciosa descripción del fuego.
ResponderEliminarQue nadie apague el incendio que generan siempre tus reflexiones en nuestras cabezas. Ese fuego de vida es como gasolina para nuestro motor. Enhorabuena, querido amigo Txentxo por tan bellas y escogidas palabras. Un muy fuerte abrazo.
ResponderEliminarardo siempre por dentro, algunas veces por fuera. Pero siempre viva mi llama. Un abrazo.
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