sábado, 20 de julio de 2013

De Inglés



Tantos años estudiando un inglés perfecto. Duros días de nervios en los exámenes mensuales, y en los trimestrales. Y al final de cada año el susto. He aprobado o no? Siempre lo mismo. El esfuerzo diario del estudio, tanto tiempo ganado y perdido para conseguir aprender algo más en mi vida. 

Es el mejor colegio. En la mejor y más acreditada escuela de idiomas. De poder satisfacer una de la metas. Llegar a entender a una persona por todos los años de estudio.

Una vez conseguido mi añorado título. Y puesto a trabajar en lo que siempre he querido me encuentro que mi inglés perfecto no me hace saber lo que un tejano de alta escuela me quiere decir.  

Qué me ha pasado con mis cinco años de inglés? Qué me han enseñado en los días de esfuerzo? Qué me han enseñado de un idioma que yo quería aprender cómo Shakespeare?

Pues después de pedir ayuda a mi compañero de trabajo que lo aprendió en las plazas de Lepe, me encuentro que mi perfecto inglés lo hice para un tejano cerrado del pozo de petróleo de vacaciones por Málaga.

Y claro, me doy cuenta que la universidad de la vida da más clases que la mejor escuela de Oxford. Y por mucho que un castellano perfecto quiera hablar, como no tenga un buen oído para entender al gallego o al de Huelva.


Es posible que uno de los dos o no coma o no cobre. 

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