lunes, 24 de junio de 2013

Cuanto Tiempo


Más de ocho años sin verse. Algo estaba pasando por su cabeza. Tenía dos niñas pequeñas y las veía muy poco. Tanto trabajo. Tanto pelear porque a ellas no les faltará de nada. Y se estaba dando cuenta que repetía todo lo que odió de su padre: la falta de tenerlo a su lado en los momentos más importantes de su vida. Y en todos. Esa fue la causa de su gran reproche y dejar pasar el tiempo sin verlo.

A sus hijas las estaba tratando del mismo modo. Su padre era el abuelo. Y aún no conocía a sus nietas.

Se enfrentó a sí mismo. Decidió que ni un minuto más pasaría sin hablar con su padre. No quería pasarse toda la vida maldiciendo que su padre se fue sin poder decírselo. Descolgó el teléfono y lo citó en su despacho para el día siguiente.

No sabría como  reaccionaría en esa llamada pero lo que escuchó le dejó sorprendido.

-Mañana y en cualquier momento.

Y él creyendo que su padre estaba enfadado. No era la respuesta de un enfado sino de un deseo irrefrenable de que ocurriera. Y que fuera ya. Lo antes posible.

Al día siguiente las palabras le salían con dificultad. Pero no por que fueran forzadas sino por la emoción que sentía. La conversación fue así:

-No se el tiempo que tardaremos en recobrar todo pero te aseguro que lo tendremos todo a nuestra disposición. Quiero que tus nietas disfruten todos los minutos de su abuelo y que les transmitas lo que yo me perdí. Y ahora con ellas lo recuperaré.

La respuesta del padre aun le dejo mejor.

-Te he querido siempre y te quiero incondicional.


Se fusionaron en el abrazo que tanto tiempo esperaban 

1 comentario:

  1. Que fácil es perdonar un padre a un hijo!!!
    que no hara un padre por un hijo

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