Cuando me tienen en la mano me siento
segura. Sé que voy hacer algo importante. Y eso que mi vida es muy dura. El
frío y el calor siempre están a mi alrededor. Seca o mojada. Dulce o salada. De
hierro o madera. De oro o de plástico. Cualquier cosa vale.
Vine destinada a satisfacer alguno de los
placeres más capitales de éllos. En los fogones y en las lumbres. En cacerolas
y en sartenes. En platos y en vasos. En tu boca o en su boca. Pero siempre
dando gusto.
Y en casa del herrero siempre me encuentran.
He servido a señores y a lacayos. Conmigo no se hace distinción.
Y cuándo no estoy, con cualquier cosa me
fabrican. Desde un papel a la hoja de un árbol. De un trozo de pan a la hoja de
una navaja. De alta alcurnia o de baja estopa. En todos los sitios me hallo. Da
igual el norte o el sur. Que en un barco que un avión.
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ResponderEliminarSi le pones música lírica tendrás una simpática Oda a la cuchara..😍 Me encanta.
ResponderEliminarAy si supiera música. Ten por seguro que muchos de mis textos la llevarían. Muchas gracias Mama Acero. Te seguiré en Google+
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