La melodía del mar.
El llanto de un
niño.
La risa de un niño.
El susto de un
trueno.
El disgusto de un
portazo.
El susurro en tu
nuca de un "te quiero".
Oír un ruido.
Escuchar las olas.
El zumbido de una
mosca.
El disgusto de un
enjambre en tu cabeza.
La sinfonía de una
obra de arte.
Entender el
silencio.
Las gotas de agua repiquetean
en tu ventana.
Crepitar las brasas.
Silva un colorín.
Sisea la serpiente.
Rompes el papel del
regalo.
Escuchas la cascada
de agua.
Te oyes los pasos en
la arena de la playa.
Te llama tu madre.
Oyes esa petición de
matrimonio que estas esperando escuchar.
Oyes una cosa detrás
de la puerta que nunca quisiste escuchar
Se enciende Windows.
Se apaga la vida.
Hay sonidos que
oímos pero no queremos escuchar.
Pero están y son
parte de nuestra vida.
GENIAL!!!!
ResponderEliminarmaravillosoooo
ResponderEliminarPrecioso.
ResponderEliminarCuando me alegro que así lo sientas. Un abrazo
EliminarMe quedo con ese típico sonido del papel de regalo al rasgarse debido a la impaciencia del afortunado de turno. Yo acabo de oírlo, no podía esperar más, tu regalo merecía la pena, ¡y mucho! Enhorabuena, querido amigo Txentxo. Un muy fuerte abrazo.
ResponderEliminarA veces oigo tus letras cuando las escribes. Entiendo el tono de tus palabras, la melodía que les imprimes. Patxi, un abrazo
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